C r e e r e s p o d e r

Queremos compartir la reflexión de una de las voluntarias de Rosae para todas las afectadas de #CáncerdeMama.

Con la mirada perdida me voy desnudando poco a poco  frente al espejo, quiero verme tal cual soy antes de que se produzcan los dolorosos cambios en mi anatomía. Soy  consciente de mi vulnerabilidad, pero hoy prevalece  el  sentido del humor y pregunto: espejito, espejito mágico ¿quién es la más guapa del cuarto?- .Con gran sorpresa el espejo se movió, fue como si unas manos invisible dibujasen dos grandes ojos que miraban con descaro  por encima de mi hombro. Así que hice lo propio: le di la espalda para tener la misma perspectiva.- Mis ojos vieron lo que ya sabía, una habitación en desorden con   toques  caóticos, la mirada fue directamente  hacia el mueble del aparador donde reposaba la cabeza del maniquí, encima de ella  mi flamante peluca de pelo rubio, al lado un pañuelo atado en forma de gorro, son los enseres  personales que llevaré puestos en esta nueva etapa de mi vida.

Cuando nos ponemos en el lugar del otro nos contamos y escuchamos historias. Las palabras van abriendo cajones de emociones, en ellas  encontramos la voz de un sentimiento especial que deja que el corazón fluya con libertad. Nuestra mente constantemente inquieta emite ruidos que nos confunden y a veces focaliza nuestra atención en el pesimismo. Es necesario apaciguarla, porque forma parte de ese niño desvalido que todos llevamos dentro y no se puede dejar de lado. Es una pieza importante para relacionarnos con nosotros mismos

Solo se necesita de un instante para poner una vida patas arriba. Un momento  para que aflore el paraguas de la ansiedad  y te meta de lleno  por caminos sin asfalto. Percibes el miedo al vacío, a la soledad, a poder dejar de creer en ti misma. Para  desplegar las velas, hay que esforzarse todos los días en dar un  pasito más. Los segundos  se hacen interminables y la impotencia infla con lágrimas el colchón delicado de los sentimientos. El tiempo se convierte en un reloj sin agujas, en un destiempador.

Sigo meditando  en profundidad.  El cuarto es como una sala de cine y la mente el proyector. El ayer es un instante que nunca se toca dos veces. Giro de nuevo el cuerpo y quedo  frente al espejo, pero ahora  no tengo que preguntarle nada. Mis ojos muestran el desafío de ser consciente, de luchar por lo que quiero  y en mi  rostro  se dibuja    la mejor de las sonrisas. Creer es poder. Quizás vengan días oscuros, pero dicen que la sonrisa engaña al cerebro,  estimula la mente y mueve la voluntad. No quiero que el vaso permanezca lleno. El misterio está en llenar mientras vacías, disfrutar el instante, volver a vaciar para dejar hueco y llenarlo de nuevo con  todo lo que la vida te ofrece. Hoy soy consciente de que llené el vaso con  ruidos de ilusiones que dan paso a la  esperanza. Vuelvo a tener sueños propios, no sueños prestados, la mayor elocuencia es tener fe, llegar a ser  paloma libre y volar.

#RosaeEresTú

D.M.D.



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